En muchos países de Europa, el negocio de las apuestas deportivas ha sido legalizado desde hace tiempo. La razón principal de esto es la obtención de beneficios económicos, así como la regulación de la economía. Sin embargo, fuera del continente, hay una serie de países que prohíben completamente las apuestas deportivas y, en general, equiparan a los corredores de apuestas con verdaderos delincuentes o estafadores. En algunos casos aislados, las actividades de apuestas ilegales pueden llevar incluso a penas de prisión.
Kirguistán
Es uno de los países donde el negocio de las apuestas fue prohibido recientemente. Inicialmente, en 2010, el gobierno promulgó una ley que prohibía exclusivamente los casinos en el territorio nacional. La razón de esta medida fue el alto porcentaje de población con adicción al juego. Cinco años después, el parlamento introdujo una ley que prohibía las actividades de las casas de apuestas.
En gran medida, esto se debió a la predominancia de casas de apuestas extranjeras que intentaban desarrollarse en el territorio del país. Además, el gobierno priorizó la protección de sus ciudadanos, lo que llevó a la implementación de estas leyes.
China
Cuando se trata de países donde las apuestas están prohibidas, lo primero que viene a la mente es China. De hecho, el negocio de las apuestas ha estado prohibido allí desde mediados del siglo XX. En este caso, la razón principal fue la llegada de los comunistas al poder, más que la preocupación del gobierno por el estado psicológico de la población.
A pesar de la prohibición de las apuestas, la población participa activamente en loterías locales, que no están prohibidas. De esta forma, algunos ciudadanos obtienen su dosis de adrenalina. Otros, al intentar participar ilegalmente en las apuestas, recurren a casas de apuestas internacionales ilegales, que han creado cientos de sitios espejo orientados al mercado chino. Por lo tanto, incluso con la prohibición de las apuestas, los ciudadanos encuentran formas de participar en ellas.
Camboya
Mientras que muchos estados se preocupan por el estado psicológico de sus ciudadanos, las autoridades de este país consideran que las apuestas deportivas aumentan la tasa de criminalidad.
Inicialmente, las apuestas fueron prohibidas en 1996. Pero seis años después, surgió una esperanza cuando una casa de apuestas logró obtener una licencia para operar en el país. Sin embargo, en 2009, esa casa de apuestas perdió su licencia debido al aumento de la criminalidad en el país.
Es importante destacar que para los turistas extranjeros existen excepciones, ya que se les permite participar en loterías locales.
En los últimos años, se ha observado un cambio en el gobierno de Camboya debido al aumento de los sitios espejo de casas de apuestas occidentales. En esencia, la población continuó apostando, y al estado no le queda más remedio que legalizar las apuestas en el país.
Emiratos Árabes Unidos
En este país árabe, el gobierno sigue estrictamente el Corán, que prohíbe cualquier forma de juegos de azar. No se espera ningún cambio en esta postura.
En cuanto a las sanciones, incluso una simple publicidad de apuestas puede llevar a graves consecuencias legales. Para los turistas extranjeros hay algunas excepciones que les permiten visitar casas de apuestas dentro de los EAU.
Sin embargo, las casas de apuestas internacionales ven un gran potencial en el mercado árabe debido al alto poder adquisitivo de su población. Por lo tanto, las apuestas en los EAU prosperan, aunque de manera ilegal.
Brunéi
En este pequeño estado, realizar una simple transacción de apuestas puede acarrear una pena de hasta seis meses de cárcel. Además, se debe pagar una multa de 10.000 dólares.
No hay indicios de que el negocio de las apuestas vaya a ser legalizado en Brunéi. Cada año, el gobierno revisa las leyes y endurece aún más las sanciones.
Catar
Mientras que en Brunéi las sanciones por apuestas ilegales se limitan a multas, en Catar cualquier forma de juego es castigada con la máxima severidad. Los residentes locales siguen desafiando la ley creando escenarios de juego clandestino.
Evidentemente, quienes son atrapados enfrentan serias consecuencias, y no se trata simplemente de multas financieras.
Corea del Norte
En este país, el gobierno controla estrictamente la vida de cada ciudadano. Por lo tanto, cualquier indicio de actividad de apuestas ilegales es reprimido y castigado severamente.
La ley no se aplica a los turistas extranjeros que visitan Corea del Norte, siempre que sea en el contexto de visitar un casino en Pyongyang con fines turísticos. De lo contrario, incluso los turistas extranjeros enfrentarán sanciones correspondientes.
Otros países donde las apuestas son ilegales
Veamos brevemente otros países donde el negocio de las apuestas está prohibido:
- Líbano: solo se permite el juego en casinos estatales.
- Afganistán: situación similar.
- Indonesia: la oposición de los musulmanes a los juegos de azar.
- Pakistán: aunque son más indulgentes con las apuestas ilegales, el juego sigue estando prohibido.
- Japón: similar a la situación en China.
- Chipre: se permiten algunos juegos de azar, pero las apuestas deportivas están prohibidas.
Razonabilidad de la prohibición de las apuestas por parte de los gobiernos
Cada país tiene una razón clara para prohibir las apuestas. Sin embargo, a pesar de las prohibiciones, multas e incluso sanciones penales, los ciudadanos de estos países encuentran formas de eludir las restricciones mediante sitios espejo de casas de apuestas internacionales.
Esto perjudica gravemente la economía de estos países. Por lo tanto, tarde o temprano, cada gobierno tendrá que considerar la posibilidad de legalizar las apuestas, incluso con altos impuestos, que podrían utilizarse para el desarrollo del país.
Conclusión
Hoy en día es evidente que las apuestas son un negocio rentable que puede generar millones o incluso miles de millones de dólares tanto para los organizadores como para los países que las han legalizado.
Por esta razón, los países mencionados en esta lista deberían reconsiderar la prohibición de los juegos de azar y buscar formas accesibles para que cualquier interesado pueda apostar legalmente sin preocuparse por posibles sanciones.